Isóscele

Hay joyas que no necesitan alzar la voz. Isóscele es una de ellas. Dos líneas puras, un gesto mínimo que transforma el rostro sin imponerse. Uno de los palillos nace detrás del lóbulo, casi en secreto, como esas certezas silenciosas que te acompañan sin pedir permiso.

Diseñados para mujeres que no buscan llamar la atención porque la atraen sin esfuerzo. Perfectos para el día a día, una reunión, una galería, un paseo con tiempo o para noches donde la clave está en los detalles. Combínalos con un recogido despreocupado, una camisa blanca o un vestido sobrio. Deja que Isóscele haga el resto.

Con la firma invisible de Vanagloria, quien los lleva deja huella.