Pendientes con forma de hormiga hechos en plata de ley y bañados en oro. Con cuerpo de piedra natural.
Hechos a mano en nuestro taller ubicado en Cuenca.
Las hormigas, esos insectos presentes en nuestro planeta desde hace cientos de miles de años, estructuras añejas y sociables que han aprendido a colaborar, cooperar y trabajar por un fin común, siendo ejemplo organizativo en todas sus especies. Un animal real y cercano que nos hace entender que somos seres pequeños, que dependemos unos de otros y que, allá donde vayamos o miremos, no somos tan diferentes.
Quizá solo algo tan simple como unos pendientes de atrevidas esferas rojas nos recuerdan que una hormiga, por sí sola, carece de sentido si no viene con una compañera, porque unas dependen de otras. Con ese mensaje podemos entender una joya como esta, un símbolo de amor, de pertenencia. Porque las emociones más grandes, a veces se encierran en los elementos más pequeños.