Un toque sutil, diminuto, que nos transporta a tierras áridas y lejanas, donde las mil y una noches cobran más sentido que nunca, donde el tintineo de las patas del escarabajo retumban en las paredes de arena y las lámparas de cristales de mil colores inundan de luz las habitaciones alfombradas.
Un secreto, una lengua indescriptible cuyas palabras suenan a deidad, a vidas pasadas y reinos poderosos que se encomendaban a los seres más pequeños a los que dotaban de los poderes más inusuales.
Un detalle, un toque brillante, el punto justo para destacar.
MEDIDAS, COMPOSICIÓN Y DETALLES:
- Hecho a mano en nuestro taller ubicado en Cuenca.
Ya tienes tu Vanagloria, compártelo en redes con el hashtag #MiVanagloria